Para hablar de esta celebración, primero debemos remontarnos al año 1923, en Cataluña, España, cuando el escritor valenciano Vicente Clavel se presentó ante la Cámara Oficial del Libro de Barcelona con la propuesta de que se dedicase un día al libro y a los autores.
Fue el rey Alfonso XIII de España quien aprobó el decreto tres años después, en 1926, eligiéndose para su celebración el 7 de octubre, fecha que se presumía como correspondiente al natalicio de Miguel de Cervantes.
Por los próximos casi cinco años la fiesta literaria se conmemoró ese día, contando con gran aceptación, pero las dudas y críticas sobre lo conveniente de la fecha escogida no se hicieron tardar. Para empezar, aún hoy no se sabe con certeza el día exacto del nacimiento del maestro de las letras castellanas. Esto, unido al hecho de que se trataba de una festividad callejera, más apropiada para el buen tiempo primaveral en vez del plomizo clima del otoño europeo, motivó que en 1930 se trasladase para el 23 de abril.
Esta nueva fecha se distinguía además por relacionarse con los fallecimientos en 1616 de William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega. En el caso del padre de El Quijote, en ese día se le dio sepultura, y en el del escritor inglés, se le atribuye el 23 según el calendario juliano, aún vigente durante la Inglaterra isabelina.
En el ámbito internacional, el origen de la celebración se da en 1988, promovido por la UNESCO, comenzando a celebrarse en 1989 en varios países. Sin embargo, fue en 1995 que el gobierno español presentó a la UNESCO la propuesta de la Unión Internacional de Editores para establecer esta primaveral fecha como Día del Libro a nivel mundial. La respuesta no se hizo esperar, aprobándose ese mismo año, y la fecha adquirió entonces nueva relevancia, pues también un 23 de abril nacieron o fallecieron diversas personalidades de la literatura universal, como Vladimir Nabokov, Josep Pla, Manuel Mejía Vallejo, Maurice Druon, Haldor K. Laxness y William Wordsworth.
Además, cada año la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, la Unión Internacional de Editores y la Federación Internacional de Libreros, eligen una ciudad como Capital Mundial del Libro. Esta, durante el resto del año, se dedica a realizar actividades culturales relacionadas con la lectura. En el caso particular del 2023, la ciudad escogida ha sido Accra, en Ghana.
Un hecho curioso es que esta fecha coincide también con la del santo patrón de Cataluña, Sant Jordi (San Jorge). Esta región celebra entonces por partida doble y en ella surgió una hermosa tradición que actualmente ha sido adoptada por otros países: regalar una rosa y un libro a los seres queridos.
De tal modo, alrededor de todo el mundo, esta jornada se ha convertido en una fiesta literaria, en la cual la premisa es descubrir el placer de la lectura y valorar las irreemplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad.
Siguiendo dicha premisa, llegue la felicitación de nuestra editorial a todos nuestros escritores y editores por su extraordinaria labor. Y a todos los lectores, nuestra cordial invitación a continuar descubriendo las maravillas de este mundo lleno de magia que es la literatura.
