Convocatoria al Premio Oriente 2023

La Editorial Oriente convoca al
PREMIO ORIENTE JOSÉ ANTONIO PORTUONDO
DE ENSAYO ARTÍSTICO-LITERARIO

Se regirá por las siguientes bases:

•Podrán participar todos los escritores cubanos residentes o no en el país.

•Se concursará en el género de ensayo artístico-literario, con originales inéditos que no estén comprometidos para su publicación total ni parcialmente, ni se encuentren en espera de veredicto en otros certámenes. El concursante hará constar mediante declaración que su libro cumple con estos requisitos.

•Las obras serán presentadas bajo seudónimo, con una extensión no menor de 100 cuartillas escritas a espacio y medio.

•El envío se hará mediante un correo electrónico a la dirección: premioriente@gmail.com, con el asunto “Premio Oriente 2023”, y deberá incluir la obra, la ficha con los datos del autor (nombre y apellidos, número de carné de identidad, dirección particular, teléfono y breve currículo), así como la declaración antes mencionada.

•El plazo de admisión vence a las 24:00 horas del 20 de septiembre de 2023, cuando se descargarán todos los archivos y se cerrará el correo hasta la próxima convocatoria. No se darán acuses de recibo que no hayan sido activados en las prerrogativas del envío.

•El fallo del jurado será inapelable y se dará a conocer el 20 de octubre, en acto de premiación del que oportunamente se darán los detalles.

•Se otorgará un premio único e indivisible que consistirá en 20 000.00 pesos (CUP) y la publicación de la obra con su correspondiente pago de los derechos de autor según la ley vigente.

•La participación en el concurso supone la aceptación total de estas bases.

Contactos:
Email: editorialoriente.scu@gmail.com
Webs
: editorialoriente.wordpress.com
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Teléfonos: 22 628096 al 98 (ext. 107) / 22 622496

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“Los cerezos de tu vientre”, de Yasmín Sierra

Presentación por Teresa Melo.

Como hemos visto otras veces, pero no por ello menos atractivo, esta historia comienza por el final, cuando Antonio Lorenzo de Antúnez, el iluminado, retirado en una ermita perdida entre los páramos neblinosos del sur, rememora y escribe, para legar al futuro, los avatares de su vida, como una parábola de los avatares del propio surgimiento de la cubanidad.

Así que yo también comenzaré por mi final. Recuerdo recibir una llamada de la Dra. Olga Portuondo, Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba, y yo decirle: estoy lauando. Ella rió mucho, pero me di cuenta de que en verdad yo estaba regresando a mi realidad, o sea, saliendo de la atmósfera que con maestría recrea esta novela, cuya edición enfrentaba en esos días.

Un incendio provocado para batallar contra la epidemia de fiebre amarilla que diezmaba la ciudad de Hauana fundacional, y la extraña propuesta del párroco a los aborígenes de ofrecer en sacrificio siete vírgenes, entre ellas Hauana, aún impúber, hija del cacique Guanamón, son los hechos que precipitan esta historia y hacen aflorar los caminos de dos mundos y dos visiones: aborígenes y conquistadores.

La aludida propuesta del párroco lleva a la india a un recurso desesperado: perder su doncellez, y de este resulta el primer encuentro con Antonio, erótico y de sexual desenfreno, que destruye la realización del sacrificio cuando Hauana afirma haber sido violada por un desconocido.

Estos son los inicios de la novela “Los cerezos de tu vientre”, de la poeta, narradora e investigadora Yasmín Sierra Montes, quien en la nota final aclara su gestación. Una investigación histórica sobre el término de San Nicolás de Bari, lugar donde ella misma nació, le ofreció las claves para la novela al revisar los numerosos documentos de su archivo.

Con la libertad del acto creativo, reinterpreta situaciones y hechos, pero los espacios, encomiendas y localidades son fieles a la historia. Ello ofrece autenticidad, sobre todo, a la novela misma y hace creíbles los cauces por los que transcurre la narración. Este, recalco, no es un libro de historia, sino una novelada ficción cuyas claves pueden apresarse en la indagación de nuestros orígenes.

La cacería desatada por los indios guanamones para vengar a Hauana, es el detonante para la continuidad de la saga, pues esta cacería, el recorrido emprendido por la familia de Antonio y otras, y los encuentros turbulentos con Hauana, marcarán todo el resto de la novela: recorrido por la geografía física cubana, pero también y más esencial, por su geografía histórica, social y de formación de la mentalidad de la Isla.

Personajes como la tía Margálida, Estébano, Venancio, Dalmasio, los hermanos Bautista, el ermitaño Nicanor y un largo rosario, trenzan la madeja hasta su desenlace que, es obvio, no voy a adelantar.

La novela está a nuestro alcance, y nosotros, los lectores, al alcance de ella. Solo falta completar el encuentro.

23 de Abril: Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor

Para hablar de esta celebración, primero debemos remontarnos al año 1923, en Cataluña, España, cuando el escritor valenciano Vicente Clavel se presentó ante la Cámara Oficial del Libro de Barcelona con la propuesta de que se dedicase un día al libro y a los autores.

Fue el rey Alfonso XIII de España quien aprobó el decreto tres años después, en 1926, eligiéndose para su celebración el 7 de octubre, fecha que se presumía como correspondiente al natalicio de Miguel de Cervantes.

Por los próximos casi cinco años la fiesta literaria se conmemoró ese día, contando con gran aceptación, pero las dudas y críticas sobre lo conveniente de la fecha escogida no se hicieron tardar. Para empezar, aún hoy no se sabe con certeza el día exacto del nacimiento del maestro de las letras castellanas. Esto, unido al hecho de que se trataba de una festividad callejera, más apropiada para el buen tiempo primaveral en vez del plomizo clima del otoño europeo, motivó que en 1930 se trasladase para el 23 de abril.

Esta nueva fecha se distinguía además por relacionarse con los fallecimientos en 1616 de William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega. En el caso del padre de El Quijote, en ese día se le dio sepultura, y en el del escritor inglés, se le atribuye el 23 según el calendario juliano, aún vigente durante la Inglaterra isabelina.

En el ámbito internacional, el origen de la celebración se da en 1988, promovido por la UNESCO, comenzando a celebrarse en 1989 en varios países. Sin embargo, fue en 1995 que el gobierno español presentó a la UNESCO la propuesta de la Unión Internacional de Editores para establecer esta primaveral fecha como Día del Libro a nivel mundial. La respuesta no se hizo esperar, aprobándose ese mismo año, y la fecha adquirió entonces nueva relevancia, pues también un 23 de abril nacieron o fallecieron diversas personalidades de la literatura universal, como Vladimir Nabokov, Josep Pla, Manuel Mejía Vallejo, Maurice Druon, Haldor K. Laxness y William Wordsworth.

Además, cada año la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, la Unión Internacional de Editores y la Federación Internacional de Libreros, eligen una ciudad como Capital Mundial del Libro. Esta, durante el resto del año, se dedica a realizar actividades culturales relacionadas con la lectura. En el caso particular del 2023, la ciudad escogida ha sido Accra, en Ghana.

Un hecho curioso es que esta fecha coincide también con la del santo patrón de Cataluña, Sant Jordi (San Jorge). Esta región celebra entonces por partida doble y en ella surgió una hermosa tradición que actualmente ha sido adoptada por otros países: regalar una rosa y un libro a los seres queridos.

De tal modo, alrededor de todo el mundo, esta jornada se ha convertido en una fiesta literaria, en la cual la premisa es descubrir el placer de la lectura y valorar las irreemplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad.

Siguiendo dicha premisa, llegue la felicitación de nuestra editorial a todos nuestros escritores y editores por su extraordinaria labor. Y a todos los lectores, nuestra cordial invitación a continuar descubriendo las maravillas de este mundo lleno de magia que es la literatura.

Nueva edición digital del libro “Uvero”, de Rolando Castillo Montoya y Rubén Castillo Ramos

Notas de presentación por Luis Alberto Pérez

Me considero un asistente feliz a esta convocatoria de encontrar un libro que, tras casi 53 años de haber visto la luz por primera vez, sigue siendo trascendente. Cumplo entonces, gustoso, el gentil encargo que me hicieran de presentarlo a ustedes en esta jornada. Se trata de Uvero.
Sus autores, Rolando Castillo Moya y Rubén Castillo Ramos, que ya no están, me ofrecen con su texto la oportunidad de sentir un sano orgullo, que en la misma dimensión agradezco como revolucionario de mi generación, y apasionado de la Historia. Al decir esto, reconozco el primer gran sentido de este acto, pues en cada página de este libro (de esos que contienen las esencias de la Patria en Revolución), está el homenaje a los que fundaron, hace también poco más de medio siglo junto a estas páginas, el sueño editorial de Oriente.
El segundo tiene que ver con el significado de estos días: por estas fechas, hace 66 años, el Ejército Rebelde se encontraba desplegando una contundente respuesta al reforzamiento militar que en la región oriental estaba teniendo lugar por parte de la tiranía de Fulgencio Batista. El año 1957 se había inaugurado con victorias en La Plata y Arroyos del Infierno, estableciendo un criterio de confianza en que la revolución estaba en plena marcha. Después, con el aporte comprometido por Frank País de hombres y armas, el 28 de mayo se combatió muy duro en el cuartel del Uvero, en el corazón de la Sierra Maestra. “Todo lo que se diga de la valentía con que lucharon –dijo Fidel– no acertaría a escribir el heroísmo de nuestros combatientes”. Con la noticia, unos días antes de aquella fecha, de que se había producido el desembarco del yate Corynthia, la acción tendría lugar como elemento distractor, de apoyo y de avance. Unos cien combatientes siguieron el primer disparo de fusil con mirilla telescópica realizado por Fidel y durante horas de cruento enfrentamiento, fundaron la mayoría de edad del Ejército Rebelde (como acuñara el Che), encaminando la vía armada por la ansiada senda de la victoria.
Se convierte entonces en oportuna esta invitación a la lectura, porque se trata, en esencia, de conocer, de la forma en que solo sus autores han podido hacerlo hasta hoy, el mundo interior de la fase insurreccional de la Revolución Cubana a través de sus capítulos más audaces.
Consignar el valor aportativo desde los puntos de vista histórico, ideológico y político, es un hecho que merece ser destacado, tras la lograda intención de dos singulares autores: periodistas con hojas brillantes de servicios a favor de la Revolución (antes y después de 1959), ambos orientales, y Rolando, merecedor del Premio de Periodismo “José Martí” por la Obra de Toda la Vida, en 1999. Encargados y armados ambos de la mejor técnica para informar, narrar, analizar, posicionar actuaciones y motivar la reflexión en torno a un acontecimiento que marcó el viraje consagratorio en el rumbo de la guerra. Y lo fue, sobre todo, demostrando que la lucha revolucionaria en Cuba era ya una realidad inapagable.
El libro, sin embargo, establece un hilo que une dos acontecimientos (similares por sus fechas) pero separados en el tiempo. El primero constituye un valioso material histórico que se compone por informes, actas y relatos sobre la preparación y ejecución del combate de Uvero; sus protagonistas: Fidel, Raúl, Almeida y el Che; así como las semblanzas de los caídos en aquella acción. De tal manera, de entre montañas y de uniformes de verde olivo, del cuartel enemigo y de hombres valientes que sobrevivieron o cayeron en aquel combate que les dio la categoría de “tropa experimentada” –dijo Raúl–, se compone la primera lectura de este texto. La segunda trata sobre la gestación y la no menos valerosa existencia del Contingente de Trabajo Comunista Combate de Uvero, cuando la producción de azúcar en el país, la víspera del año 1970, significaba una cuestión de vida o muerte para la economía nacional. A sus más de 4 mil movilizados, en aquellas tierras de Holguín primero, y luego en cualquier parte, están dedicadas las páginas de este libro, una suerte de homenaje que es una conexión en el tiempo con un sitio, un combate, con hombres de dos épocas unidos en la Revolución, primero con armas, y después con machetes, en el surco, en las maquinarias. El sueño, el mismo: había germinado la simiente renovadora que estaba transformando por completo el basamento de una sociedad.
Lo verdaderamente motivador en estas páginas es el encuentro con la historia de la mano de sus protagonistas, a un nivel de detalle que de forma invariable nos sumerge en los escenarios que narra: el tiempo en que se colocaba el pecho a las balas, y el de la defensa y construcción de la nueva sociedad. No sabrían los autores definir cuál fue más difícil. Lo que sí supieron definir en cada una de estas páginas, es que la nuestra ha sido una historia hecha por hombres bravos.
En estas páginas palpita el corazón de la palabra encendida de Fidel, en su lograda vindicación de la resistencia política por vía armada como único vehículo posible de la Revolución; y la voz de millones de cubanos.
Por sus 179 páginas discurre entrañable un verbo que arde excelso y valiente, acompañado en orden documental por materiales que son historia viva. Agradezco contar con las páginas que hace ya hoy más de 50 años, nos ofrecieron por primera vez Rolando y Rubén, en una verdadera investigación de vidas; un esfuerzo editorial que bien vale la pena sea coronado con el interés de miles de ojos lectores a través de una pantalla digital.
A la orden de la complejidad del mundo contemporáneo, armarnos de nuestra historia y de nuestra cultura en sus más amplios alcances, es decisorio en el camino hacia el futuro. Triunfadores de la muerte y el olvido, nuestros hombres de ayer han de levantarse ante la mirada de los de hoy, y continuar marcando la ruta de redención. Encuentro en este libro, ideas preclaras en esta dimensión, y es valor adicional que destaco.
No creo posible dimensionar el legado del Ejército Rebelde sin la presencia de los conocimientos que aporta esta obra, parte ya de nuestra historiografía más viril.
Creo firmemente en la idea de que hay grandes acontecimientos (grandes por su significado, grandes por su energía generadora, como diría Carpentier), que solo conocemos cabalmente si son narrados y analizados por actores que se corresponden con esa cultura. Es así que, si la Historia de Cuba guarda con celo que Uvero marca un hito trascendental en la vida del Ejército Rebelde, los autores de este libro honraron sin tacha el altísimo compromiso de demostrarlo, y nos ha legado a las actuales y futuras generaciones de cubanos, uno de esos libros imprescindibles.
Conviértase entonces en herramienta de saber y compromiso.
Saludo calurosamente la aparición de esta segunda edición (digital), como también al resto de sus protagonistas, hombres y mujeres de labor de la Editorial Oriente, con Natividad Alfaro al cuidado de la edición y corrección (nuestra Premio Nacional de Edición).
Gracias a sus esfuerzos conjuntos: hoy convocamos a la relectura de Uvero, 53 años después.
Muchas gracias.