“Papeles de un Naufragio”, de Lourdes González

Fragmentos de las palabras del poeta Moisés Mayán en la presentación del libro Papeles de un naufragio, de Lourdes González.

Papeles… había sido distinguido en el Premio de la Ciudad por un jurado conformado por Salvador Redonet, Eugenio Marrón y Reinaldo González, y lo más interesante, lo que me parece a mí más interesante, era que precisamente había ganado el premio en el género narrativa, oigan esto, en el género narrativa. Papeles… es un libro que Lourdes escribe en diecisiete días, en medio de un vértigo febril de escritura, en la barra de una paladar, la paladar “Paradiso”. No estaba aislada, no había creado una burbuja, no se encontraba en su torre de marfil, allí, mientras sacaba las cuentas y hacía los pedidos, Lourdes escribía este libro. De manera que no es un libro que ha reposado, sino que es un organismo vivo que parece estar generándose frente a nuestros ojos. Ahora, ¿qué sucede?, que Papeles de un naufragio es el libro que demuele, de una forma inmediata, las barreras entre el texto y el lector, algo que es un misterio, porque cuando nosotros los que vivimos de la palabra y específicamente de la palabra impresa, terminamos un texto nos preguntamos en el mejor de los casos qué cercanías, qué vías de acceso, qué puentes, qué túneles conducen ese libro al lector y muchas veces nos percatamos que hay cierto hermetismo que nosotros podemos llamar desafíos culturales entre los libros que acabamos de escribir y el lector. Papeles de un naufragio lo mismo en la Peña Alta Marea de Cabrejas, mientras la gente estaba disputándose un trago y otro, en un bar de Bogotá o en la Universidad de La Sorbona, donde se reunían eminentes catedráticos, lograba hacerse de un público apasionado, de un público que le profesaba además una vehemencia inusitada, porque quizás en este libro están los gérmenes, las estructuras que mueven a los best seller y sin la autora proponérselo, porque en un momento determinado Lourdes me ha dicho “este libro que ha tocado a tantas personas lo escribí para mí, era la forma de llegar a la página y salvarme completamente del naufragio de aquellos tiempos donde uno empezó a prescindir de cosas y comer”.

¿Qué sucede con Papeles…? Que Papeles… no se queda en la edición de mil novecientos noventa y nueve, una edición que sale milagrosamente, porque la imprenta llevaba varios años cerrada. Papeles… se materializa, empieza a presentarse en varios lugares. Aida Bahr, quien entonces era directora de la Editorial Oriente soñaba con que fuera Papeles de un naufragio el libro que inaugurara la colección Mariposa. Es Jorge Luis Hernández, su esposo, quien le lleva el ejemplar, que ha comprado en Holguín, nada más y nada menos que en un evento que se celebró en el Pernik, que se llamaba “Los cien años del cuento en Cuba” y que había organizado el eminente narrador manzanillero Francisco López Sacha. Cuando Aida Bahr recibe el libro dice “Qué lástima que ya esté publicado y yo no pueda abrir con este libro la colección Mariposa”. Pero después viene la edición de Papeles… de Letras Cubanas, pero después Papeles… se traduce al italiano y pone a Lourdes en Roma, donde se percata que también este libro tenía vínculos con un lector muy alejado de nuestra realidad, con un lector que incluso tenía como código otra lengua. Y no se queda ahí, aparece el Dossier de un náufrago, la versión francesa de Papeles de un naufragio. Se llega a cuatro ediciones. Cuatro ediciones publicadas con el rótulo de narrativa. Pero Papeles de un naufragio se estaba acercando en el año dos mil diecinueve a las dos décadas de publicación, las dos décadas… ya Lourdes, además, cuando mira hacia atrás en su línea temporal, reconoce que Papeles… es el parteaguas de su literatura. ¿Por qué? Porque cuando Lourdes termina de escribir Papeles… no sabe bien lo que ha hecho, sabe que tiene una carga de dinamita que puede detonar en cualquier momento, pero llama a un amigo, a un íntimo como Eugenio Marrón y le dice “he terminado algo que no sé realmente lo que es, está en un espacio fronterizo entre la narrativa y la poesía ¿qué es? ” Marrón le dice “No te preocupes por lo que es, el problema es que ahí la literatura, el lenguaje, está vivo, está en un estado líquido, bullente” Y entonces es a partir del ejercicio que significa Papeles de un naufragio que Lourdes decide sumirse en una novela lírica como lo es María toda, que le abriría las puertas en definitiva a su narrativa, que ha marcado también la narrativa cubana de estos tiempos. Es en el año dos mil diecinueve, cuando Papeles… celebra sus veinte años, que aquella idea peregrina de Aida Bahr se materializa y Papeles… adopta una nueva configuración, no porque haya variado nada: no es el libro que para reeditarse necesita que se le agreguen o se le quiten cosas, no es la escritora que mira veinte años atrás y se arrepiente de alguna palabra o prescinde de algún poema, porque en veinte años Papeles… es el mismo que se escribió sobre la barra del “Paradiso” es el mismo que nosotros tenemos hoy. Pero entonces se materializa en la colección Mariposa y yo llamo a Lourdes y le digo “Lourdes, notaste que la edición de Papeles… bajo el cuadro de Armando Gómez en la portada dice <>”, porque hasta ahora siempre se había publicado con el rótulo <>. Y Lourdes que es una mujer de detalles, que se da cuenta no sólo de los velos y de las apariencias exteriores sino que es capaz con una mirada de escrutar el corazón y decirte lo que estás pensando me dice “No me había percatado, ¿de verdad que dice poesía?” Dice poesía, como pudiera decir <>, como pudiera decir <>, como pudiera decir <>. Porque con Papeles de un naufragio, este libro que yo, que no acostumbro a elogiar cualquier texto, se los recomiendo enfáticamente y digo lo que yo digo siempre “Cómprense ese libro y después confróntenme en la calle”, Lourdes González se puso definitivamente sobre la tierra firme del idioma y se convirtió en una mujer a salvo de todos los naufragios. Muchas gracias.

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Presentación de “Barbarroja. La historia no contada del jefe de los servicios secretos de Cuba”

Barbaroja, la historia no contada del jefe de los Servicios Secretos en Cuba

El miércoles 21 de marzo, en horario de la mañana estaremos presentando en la escuela de las FAR que se encuentra en el poblado de El Caney, el título “Barbarroja. La historia no contada del jefe de los servicios secretos de Cuba” de Luis De la Rosa Valdés, ensayo histórico perteneciente a la colección Bronce. Con esta presentación celebramos la jornada por el aniversario de la contrainteligencia en nuestro país.